La preocupación por cómo se ejerce el poder político y por una correcta gestión de los asuntos públicos, ha dado lugar a la necesidad de avanzar en nuevos conceptos de gobierno, como son el de gobernanza o cogobernanza , cuya aplicación práctica adquiere ciertos tintes de urgencia en una época caracterizada por fenómenos como la polarización, el auge de los populismos de uno y otro signo, la extensión de la corrupción, la globalización, el debilitamiento de los sistemas públicos de control y, en general, el descrédito de la política como arte de gobernar, y de los políticos, en cuanto sus exponentes más esenciales.







